JORGE “PITU” RODRIGUEZ

El hecho transcurrió un 15 de febrero de 2004 a las 16:00 horas, jugábamos contra nuestro máximo rival, el San Gervasio. Siempre me acordaré de las horas previas por los nervios y la impaciencia de que no iba a llegar.

Recuerdo que me levanté muy pronto. Me costó mucho dormir a causa de la presión que yo mismo me había creado. Luego, me fui a las pistas a practicar un poco ¨a ver si así me relajo¨, pensé, pero aquello solo sirvió para que me acrecentaran las ganas de disputar dicho partido. Apenas comí nada ese día, tenía como algo dentro que solo quería jugar y jugar para quitarme dicha presión, pero mereció la pena esperar.

Recuerdo que me peine con una cresta (que llegaba al techo) y sin más dilación, me dirigí hacia el pabellón para disputar el partido. Al llegar allí, me di cuenta de que algunos de mis compañeros sentían nervios al igual que yo. Tuvimos la charla previa y mis compañeros y yo, empezamos a calentar, como de costumbre. No me entraba prácticamente nada y pensé ¨hoy no es mi día¨, pero no fue para nada lo que después pasó.

Fue un día mágico, tiraba de 6.25 m me entraba, tiraba sin ángulo y entraba. Recuerdo que solo falle 3 o 4 tiros en todo el partido. A parte de la satisfacción de conseguir la victoria, ya fue lo máximo enterarme de que había anotado 32pts. Lo primero que pensé al acabar fue: necesito comer. Me sentía prácticamente sin fuerzas, lo había dejado todo en la pista. La gente que visualizó el partido, se quedó boquiabierta del trabajo que había realizado en pista y mi porcentaje de acierto.

Ese fue de los mejores días que he pasado en el ámbito basquetbolístico.

Jorge “Pitu” Rodríguez

Entrenador Infantil B Masculí i Escola de Bàsquet